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Breaking News | Friday, April 08, 2016

�La Alegr�a del Amor�: Una promesa y una invitaci�n, dice el Arzobispo

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Félix Tirado y Mildred Ratcliffe, casados por casi 50 años, ríen con la broma del Arzobispo Thomas Wenski después de ser presentados: "! Que aguante!". A lo que Ratcliffe respondió: "! un aguante alegre!"

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

Félix Tirado y Mildred Ratcliffe, casados por casi 50 años, ríen con la broma del Arzobispo Thomas Wenski después de ser presentados: "! Que aguante!". A lo que Ratcliffe respondió: "! un aguante alegre!"

MIAMI | Quienes buscan un cambio total en la enseñanza de la Iglesia Católica sobre el matrimonio, no lo encontrarán en la exhortación del Papa Francisco, Laetitia Amoris (“La Alegría del Amor”).

Desde la izquierda, Mildred Ratcliffe, recién nombrada coordinadora de la Oficina de  Matrimonio y Vida Familiar de la Arquidiócesis, y Kari y Stephen Colella, quienes encabezan  un grupo de trabajo encargado de encontrar formas de reforzar los programas de preparación matrimonial en la Arquidiócesis. Stephen Colella es también director de la Secretaría de Evangelización y Vida Parroquial de la Arquidiócesis, escuchan al Arzobispo Thomas Wenski hablar de la Alegría del Amor (Amoris Laetitia).

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

Desde la izquierda, Mildred Ratcliffe, recién nombrada coordinadora de la Oficina de Matrimonio y Vida Familiar de la Arquidiócesis, y Kari y Stephen Colella, quienes encabezan un grupo de trabajo encargado de encontrar formas de reforzar los programas de preparación matrimonial en la Arquidiócesis. Stephen Colella es también director de la Secretaría de Evangelización y Vida Parroquial de la Arquidiócesis, escuchan al Arzobispo Thomas Wenski hablar de la Alegría del Amor (Amoris Laetitia).

En una conferencia de prensa el 8 de abril para presentar el documento de 325 párrafos, el Arzobispo Thomas Wenski dijo que, en su lugar, encontrarán una invitación y una promesa: regresen a casa. La Iglesia Católica es una madre, “no es regañina”.

“El Papa no ha cambiado la posición, pero sí presenta un tono distinto”, expresó el Arzobispo, quien permaneció despierto la noche anterior para leer el documento completo. (Su lanzamiento había sido estrictamente controlado por el Vaticano para evitar su divulgación).

La síntesis del documento es la siguiente: “La Iglesia no es regañina y no debe ser vista como tal. La Iglesia es una madre, una madre amorosa y una madre paciente”, explicó el Arzobispo Wenski.

Después de dos sínodos episcopales sobre la familia que captaron los titulares (en octubre del 2014 y octubre del 2015), el documento papal defiende la antigua enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio como una unión fiel, de por vida, entre un hombre y una mujer.

Afirma que las uniones del mismo sexo no pueden ser colocadas al mismo nivel que el matrimonio cristiano.

Tampoco abre la puerta a la recepción generalizada de la comunión por los católicos divorciados que se han vuelto a casar fuera de la Iglesia, aunque el documento reconoce que a todas las situaciones no se les puede aplicar el mismo enfoque.

La vida es complicada

De hecho, el Papa pide a los sacerdotes que acompañen a las personas y a que “tomen en cuenta lo complejo de cada situación”, según un resumen de preguntas y respuestas emitidas por el nuncio (embajador) del Vaticano en los Estados Unidos.

“La vida es complicada. Es por eso que no podemos ser sentenciosos”, dijo el Arzobispo Wenski. “Eso no significa hacer concesiones y decir que el pecado no es un pecado”.

Sin embargo, la Iglesia siempre llama a la gente a la conversión en todos los ámbitos de la vida, agregó, “y todos necesitamos la conversión porque la vida es complicada en todos los aspectos”.

Ese mensaje puede parecer decepcionante, especialmente en los Estados Unidos, donde el clima político polarizado a veces ejerce influencia sobre los debates de la Iglesia entre los llamados católicos conservadores y liberales.

El Arzobispo Thomas Wenski habla de la Alegría del Amor (Amoris Laetitia), en una conferencia de prensa, en el Centro Pastoral, el  8 de abril.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

El Arzobispo Thomas Wenski habla de la Alegría del Amor (Amoris Laetitia), en una conferencia de prensa, en el Centro Pastoral, el 8 de abril.

En “La Alegría del Amor” no hay ganadores ni perdedores. El documento practica lo que predica, y exhorta a acompañar en vez de juzgar, entre el sinfín de maneras en que el matrimonio y las familias “fallan” en la sociedad actual.

También es un fiel reflejo de la animada discusión que hubo entre los obispos en aquellos sínodos, discusión motivada por el Papa, sobre todo porque reconoce que los temas candentes en los Estados Unidos no lo son en la Iglesia universal. En muchos lugares, la pobreza es la preocupación más urgente, y los asuntos sobre la orientación sexual ni siquiera forman parte de la discusión.

El Papa “establece los principios, y de muchas maneras deja los detalles a los obispos en sus comunidades locales”, dijo el Arzobispo Wenski.

Los divorciados vueltos a casar

Sobre el tema del divorcio, “La Alegría del Amor” reconoce que “el divorcio es una tragedia”, señaló el Arzobispo, al reiterar que el divorcio por sí mismo no impide que un católico reciba la comunión.

Pero incluso cuando se trata de personas que están divorciadas y vueltas a casar fuera de la Iglesia, o que viven juntas sin el beneficio del matrimonio, el documento llama a los sacerdotes a “acompañar” a la gente, no a juzgarle, explicó el prelado.

Eso podría conllevar a orientar a los católicos divorciados para que, con el fin de solicitar una anulación, le pregunten a la Iglesia si su matrimonio anterior fue en realidad un sacramento.

No se trata de un proceso de confrontación como el que uno puede imaginarse por programas como Divorce Court, subrayó. Para muchas personas, es “un proceso de sanación”.

Pero en los países donde la infraestructura de la Iglesia es tan pobre como la civil, solicitar tales anulaciones puede ser un gran desafío. Es ahí donde el anterior “motu proprio” del Papa Francisco para reestructurar el proceso, será más aplicable y más útil, indicó el Arzobispo.

Por ejemplo, alguien que estaba casado en Colombia y que ahora vive en Miami no tendría que regresar a su antigua diócesis para iniciar el proceso. Las nuevas normas le permiten al Tribunal Metropolitano de Miami estudiar el caso.

El documento pide un enfoque igualmente pastoral hacia las personas en uniones del mismo sexo: ser “paciente, acogedor, tolerante, no crítico”, dijo el Arzobispo Wenski. “Pero al mismo tiempo, mantenemos nuestra enseñanza” tal como se expresa en el libro del Génesis: Dios los creó hombre y mujer.

Buenas noticias

En particular, el documento comienza afirmando que esas enseñanzas son “buenas noticias”, a pesar del hecho de que mucha gente las considera “malas noticias, algo muy difícil y muy oneroso”, dijo el Arzobispo.

En esencia, el Papa dice que “nuestra vida se trata de transformación, y la Iglesia está aquí para ayudarnos con eso”, dijo Kari Colella, quien junto con su esposo, Stephen, fue uno de los dos matrimonios que participaron con el Arzobispo en la rueda de prensa.

Kari y Stephen Colella hablan de la Alegría del Amor (Amoris Laetitia) mientras el Arzobispo Thomas Wenski escucha. La pareja de 19 años de casados, encabeza un grupo de trabajo que va a recomendar formas de mejorar los programas de preparación matrimonial, en la Arquidiócesis.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

Kari y Stephen Colella hablan de la Alegría del Amor (Amoris Laetitia) mientras el Arzobispo Thomas Wenski escucha. La pareja de 19 años de casados, encabeza un grupo de trabajo que va a recomendar formas de mejorar los programas de preparación matrimonial, en la Arquidiócesis.

Stephen Colella es director de la Secretaría de la Arquidiócesis para la Evangelización y la Vida Parroquial, que supervisa el Ministerio del Matrimonio y Vida Familiar. Kari, su esposa durante 19 años, es la directora ejecutiva de Annunciation Ministries, que ofrece consultas y capacitación en preparación matrimonial a diócesis y parroquias.

Ambos estuvieron involucrados en la creación del programa de preparación matrimonial Transformed in Love, mientras trabajaban para la Arquidiócesis de Boston, donde vivían antes de venir al Sur de la Florida. A solicitud del Arzobispo Wenski, ambos dirigen ahora un Grupo de Trabajo de Preparación Matrimonial, para recomendar cómo fortalecer los programas de preparación matrimonial en la Arquidiócesis.

Ese grupo de trabajo es el resultado del sínodo arquidiocesano que concluyó en octubre del 2014. Sin embargo, cualquier cambio recomendado se realizará según “La Alegría del Amor”. “Tenemos que rediseñar nuestros ministerios”, dijo Stephen Colella, teniendo en cuenta las descripciones del Papa sobre el matrimonio y la familia como “un precioso poliedro”.

“Este modelo tridimensional del ministerio trataría menos sobre la polarización, y más sobre ofrecer a muchas personas puntos adicionales de entrada al corazón de la Iglesia”, indicó. “La posición no ha cambiado, pero el tono sí, y creo que es el momento de que nosotros en Miami aumentemos el volumen”.

Preparación matrimonial

El Arzobispo señaló que la preparación para la vida sacerdotal toma unos 10 años de estudio. Para las parejas que desean casarse en la Iglesia, la Arquidiócesis requiere sólo una notificación previa de seis meses y la participación en un programa de fin de semana.

“Eso quizás es demasiado corto”, opinó. Pero, ¿qué tal si la preparación comenzara no cuando las parejas empiezan a planificar su boda, sino años antes, como parte del ministerio de jóvenes y jóvenes adultos, “para ayudarles a prepararse para un compromiso vitalicio”, y que se les recuerde que el matrimonio “no sólo se trata de la ceremonia; se trata de la vida que comienza con la ceremonia”.

Sobre eso dio testimonio en la conferencia de prensa otra pareja, Mildred Ratcliffe y Félix Tirado, que celebrarán 49 años de matrimonio en noviembre. Ratcliffe acaba de ser nombrada coordinadora de Matrimonio y Vida Familiar de la Arquidiócesis.

La pareja tiene tres hijas, “dos hijos en el cielo” y ocho nietos. Ambos sobrevivieron el cáncer; a Ratcliffe se le pronosticaron seis meses de vida hace 25 años. Han superado la quiebra y vieron cómo su casa se quemó.

“Hemos perdido trabajos. Hemos empezado de nuevo”, dijo Tirado. “No les digo que es un camino de flores, porque tiene sus espinas”.

Ofreció este consejo para las parejas que enfrentan dificultades: regresen al principio, cuando se conocieron por primera vez, y recuerden esos cimientos, el amor que les llevó al matrimonio. Porque, como dijo Ratcliffe al citar el mismo pasaje paulino que el Papa Francisco utiliza en su exhortación, “el amor todo lo puede”.

El Arzobispo Thomas Wenski habla de la Alegría del Amor (Amoris Laetitia) en una conferencia de prensa, en el Centro Pastoral, el 8 de abril. Sentados a su izquierda están: el Obispo Auxiliar Peter Baldacchino, Mons. Chanel Jeanty, canciller de la Arquidiócesis, y Mons. Gregory Wielunski, vicario judicial del Tribunal Metropolitano, que se ocupa de los casos de anulación.

Fotógrafo: ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC

El Arzobispo Thomas Wenski habla de la Alegría del Amor (Amoris Laetitia) en una conferencia de prensa, en el Centro Pastoral, el 8 de abril. Sentados a su izquierda están: el Obispo Auxiliar Peter Baldacchino, Mons. Chanel Jeanty, canciller de la Arquidiócesis, y Mons. Gregory Wielunski, vicario judicial del Tribunal Metropolitano, que se ocupa de los casos de anulación.


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