By Bishop Enrique Delgado - The Archdiocese of Miami
Fotógrafo: TOM TRACY | FC
Con la voz temblorosa por los nervios y la emoción, el Obispo Enrique Delgado se dirige a la congregación en su Misa de ordenación, alternando según fuera necesario del inglés al español.
Con la voz temblorosa por los nervios y la emoción, el Obispo Enrique Delgado se dirigió a la congregación en su Misa de ordenación con estas palabras, alternando según fuera necesario del inglés al español:
Queridos hermanos y hermanas, es un gran honor para mí estar aquí hoy como Obispo recién ordenado por la gracia de Dios. Quiero dar gracias al Santo Padre, el Papa Francisco, por confiarme el oficio de Obispo. Y también quiero agradecerles a ustedes, [Arzobispo Christophe] Pierre y al Arzobispo [Thomas] Wenski.
Quiero dar las gracias también a mis hermanos Obispos y a todos mis hermanos sacerdotes de la Arquidiócesis de Miami, y a todos los hermanos sacerdotes que han venido hoy para celebrar conmigo esta ordenación que es para la gloria de Dios y para el mayor bien de la Iglesia. Porque mi episcopado será de servicio: al Señor, a la Iglesia, al pueblo de Dios.
Quiero agradecerles a ustedes, también a mi familia, que han venido aquí para acompañarme en este gran día. Quiero dar las gracias a mis padres. Mi madre, que me está mirando en el cielo, y mi padre, que me está viendo por internet. Para mi papá, que sé que me estás viendo en este instante, saludos desde Miami. Y a todos los que están contigo en este momento de felicidad. Sé que querías estar aquí, pero sé que quisiste quedarte para que también nosotros pudiéramos estar contigo en corazón.
Quiero dar las gracias también a toda la gente, a mi comunidad, St. Katharine Drexel. Y hoy veo mucha, mucha gente de St. Justin the Martyr. Gracias por haber venido. Quiero dar las gracias también a los miembros de todas las denominaciones y a las autoridades civiles. Agradezco su presencia hoy aquí en esta celebración.
Quiero dirigirme en español a todos mis hermanos y hermanas. Me siento realmente emocionado, pero quiero dedicarles este episcopado – que mañana voy a celebrar la primera Eucaristía, en la fiesta de la Inmaculada Concepción. Y quiero dedicar este episcopado a la Virgen María, para que proteja este episcopado. Y que siempre, pues, esto se convierta en el servicio de Dios; a la Iglesia y al pueblo de Dios. Para que sea para la gloria de Dios y para el pueblo de Dios.
Que el Señor nos bendiga. Gracias.
