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La elección del Papa León XIV, el primer pontífice estadounidense en la historia de la Iglesia católica, ha provocado una oleada de alegría y asombro en toda la Iglesia mundial. Pero en ningún lugar es más tangible el entusiasmo que en Estados Unidos. El aumento de la asistencia a las audiencias generales del Papa es asombroso, un fenómeno que se observa a menudo con la elección de un nuevo Papa. Pero esta vez, el interés parece llegar más profundamente al corazón de la Iglesia y a la vida cotidiana de los fieles.

Para muchos, el ascenso de un Papa estadounidense es más que una novedad: es el florecimiento de semillas sembradas durante décadas. Desde el llamado del Papa Juan Pablo II a una "Nueva Evangelización" hasta el creativo aumento de los recursos catequéticos, la Iglesia en Estados Unidos se ha convertido en una poderosa fuente de formación, renovación y difusión. Como subrayó el Papa Juan Pablo II en Redemptoris Missio, la Nueva Evangelización exige "un nuevo ardor, nuevos métodos y nuevas expresiones" para proclamar el Evangelio, y los católicos estadounidenses han respondido.

El podcastero y apologista católico Matt Fradd lo captó bien recientemente, comentando que no debería sorprender que el primer Papa estadounidense llegue en un momento en el que "muchas de las herramientas catequéticas utilizadas en todo el mundo proceden de Estados Unidos". Desde Ascension Press y Word on Fire hasta la aplicación Hallow y el Augustine Institute, el ingenio católico estadounidense ha ido dando forma a la vida católica mundial. El pódcast "La Biblia en un año", del Padre Mike Schmitz, no sólo es un éxito de ventas en los círculos católicos, sino que encabeza las listas seculares y lleva las Escrituras a los hogares católicos y protestantes por igual.

Esta influencia no se limita a los recursos. Apostolados católicos estadounidenses como el Instituto Napa, FOCUS, Fellowship of Catholic University Students (Fraternidad de Universitarios Católicos), Christ Renews his Parish (Cristo renueva su parroquia) y Evangelical Catholic han encabezado iniciativas de evangelización, pastoral universitaria y renovación parroquial. Estos movimientos, enraizados en el llamado de la Nueva Evangelización, no se limitan a producir programas: están formando discípulos.

El origen americano del Papa León XIV influye sutil pero significativamente en su papado. Le aportó familiaridad con el pluralismo, respeto por la libertad religiosa y un sentido pastoral moldeado por el catolicismo de base. Pero igualmente formativo fue su tiempo como misionero en el Perú. Allí, en las afueras de Lima y en la sierra de Cuzco y Apurimac, se encontró con una Iglesia marcada por una profunda pobreza y una gran fe. Aquella experiencia profundizó su convicción de que la verdadera renovación debe arraigarse en los sacramentos, la Escritura y una Iglesia que camine con los pobres. Sus años de misionero no sólo fueron pastorales, sino también proféticos, y le prepararon para pastorear una Iglesia global con ternura y verdad.

Pero el entusiasmo por sí solo no sostiene el renacimiento. La pregunta que se nos plantea ahora es: ¿cómo garantizar que este impulso espiritual conduzca a una transformación duradera?

La respuesta está en la parroquia. La parroquia no es sólo una unidad administrativa, es el corazón de la Iglesia. El Papa Francisco nos recordó en Evangelii Gaudium que las parroquias deben convertirse en “centros de constante proyección misionera”. Eso significa que cada católico debe verse a sí mismo no sólo como consumidor de sacramentos, sino como participante activo en la vida de la Iglesia.

La Misa dominical es la piedra angular, pero no puede ser el límite. Necesitamos pequeños grupos para compartir la fe, la catequesis continua para adultos, los estudios bíblicos, los ministerios familiares y una sólida preparación sacramental. El año litúrgico debe modelar nuestros ritmos, y nuestros sacramentos deben modelar nuestros corazones. La participación es crucial: no sólo "ir a la Iglesia", sino "ser Iglesia".

El entusiasmo que rodea al Papa León XIV no es una línea de meta, sino un punto de partida. Estamos siendo convocados de nuevo a la alegre labor de la evangelización, al paciente trabajo del discipulado y al sagrado deber de edificar el Cuerpo de Cristo. Que este momento histórico inspire no sólo un sagrado orgullo, sino también un propósito. Que renovemos nuestro compromiso con la santidad, con la comunidad y con la misión. Que la Iglesia en los Estados Unidos, animada por este momento providencial, se convierta cada vez más en un faro de fe, tanto para sí misma como para el mundo.

Comments from readers

Nery Danger - 07/02/2025 04:26 PM
Thank you Father Vigoa. All around I hear very positive feelings about our new Pope Leo XIV. We need to pray fervently for him to follow the Holy Spirits's guidance and to continue on his desire to unify our Catholic Church but following the Gospel and Traditions.
Carlos Cueto - 07/01/2025 07:08 PM
Wonderful words of wisdom, Father Vigo’s. Like Pope Francis said, and you echoed below: The parish is not just an administrative unit—it is the heart of the Church. Pope Francis reminded us in Evangelii Gaudium that parishes must become "centers of constant missionary outreach." That means every Catholic must see themselves not merely as consumers of sacraments, but as active participants in the life of the Church. Let’s get out there and bring the Good News to everyone, our local jails and prisons included. Carlos Cueto, D. Min
Magali - 07/01/2025 03:11 PM
What the church needs is clear and true catechism! We need shepherds to instruct the faithful in the true faith and not try to reinvent the church! Too many don’t know or understand the true faith and we desperately need good, solid shepherds! I pray our new pope will be led by his predecessor Pope Leo XIII!
Manny García-Tuñón - 07/01/2025 11:23 AM
Thank you for sharing, Fr. Vigoa! The election of Pope Leo XIV had an impact on me from the moment I heard his name announced. I felt an immediate sense of confirmation and consolation followed by a desire to pray for the Holy Father and a renewed calling to get more involved in our Church and my parish. I know countless others are discerning this same calling to prayer and action. The Holy Spirit is moving! AMDG
Penelope Arango - 07/01/2025 10:45 AM
As you said Fr. Vigoa, I wish for the following, thanks to our New American Pope Leo XIV: "May we renew our commitment to holiness, to community, and to mission. May the Church in the United States, energized by this providential moment, become ever more a beacon of faith— both to herself and to the world." Amen! We are so lucky to have you Fr. Vigoa serving us at St. Augustine Catholic Church as well, a gift from God!

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